martes, 21 de abril de 2015

La importancia de "Saber perder"


Con esta primera entrada inauguramos nuestro blog, que estará lleno de celos, asesinatos, pasión, guerras, amor...o, lo que es lo mismo, de literatura. Porque esta disciplina se esfuerza en traernos las historias más terribles, enternecedoras, divertidas, desgarradoras, apasionantes...y es que todo lo que podamos sentir o soñar lo podemos encontrar en la literatura.

Una de las últimas novelas leídas en clase que han fascinado tanto a alumnos como a profesores, ha sido la penúltima novela de David Truega.

Con el sugerente título de "Saber perder" nos llegó su tercera obra. En ella, con un lenguaje cercano, sencillo pero apasionante y desgarrado, el escritor dibuja los personajes principales de la novela, dándoles vida desde la primera línea.

Todos ellos están enredados en sus cotidianeidades, en unos días cargados de difíciles decisiones, de vivencias nuevas y apasionantes, de despedidas definitivas, de amores imposibles...

Sylvia cumple dieciséis años el día en que comienza esta novela. Para celebrarlo organiza una falsa fiesta que sólo tiene un invitado. Horas después sufrirá un accidente que significará su entrada en la vida adulta. Su padre, Lorenzo, es un hombre separado que trata de superar el abandono de su mujer y el fracaso laboral. Ariel Burano es un joven jugador de fútbol que deja Buenos Aires para fichar por un equipo español. Con su superdotada pierna izquierda, será cuestión de tiempo que el estadio coree su nombre. Y tiempo es lo que no tiene el anciano Leandro, que vive en esa época donde casi todo se derrumba. Éstos son los cuatro personajes principales de Saber perder.


Con las relaciones entre ellos se trenza un relato de supervivientes, de poderosa pegada narrativa y rico en matices. Una mirada capaz de extraer humor y emoción en cada curva del camino, pero que reivindica, por encimade todo, la maravillosa aventura de vivir. Ésta es la tercera novela de David Trueba tras su irrupción con Abierto toda la noche, a la que Der Spiegel definió como «una orgía de carcajadas», y Cuatro amigos, un libro que vive un idilio continuado con los lectores desde 1999.

Un libro para no perdérselo.